Espacio público teatro La Lira
Volver a la lista de Proyectos- Ubicación
- Carrer de Mossèn Cinto Verdaguer, 17500 Ripoll, España
- Año
- 2011
In collaboration with J. Puigcorbé
Un espacio público surgido del demolido teatro La Lira, desde una calle y frente al río Ter, con sus medianeras al descubierto y los patios de ventilación de los vecinos, quiere ser plaza, punto de encuentro, debates y fiestas, a cubierto. Una cubierta alta, tamiza la luz y desciende por los costados, colonizada por la hiedra. Una pasarela se le ancla, y cruza el río. El balcón sobre el Ter, que es el muro que fija el cauce, cierra un espacio polivalente al que se accede desde la plaza por unas escaleras que descienden. Y el espíritu del teatro permanece.
Ripoll, cruce de dos rios el Ter y el Freser, aprovechó la energía de los flujos hídricos para forjar el acero y ser referente en la tradición de la industria metalúrgica, y de la conocida en toda Europa “Farga catalana”.
Apoyado sobre la muralla límite con el rio Ter, el antiguo centro cultural teatro “La Lira”, más tarde demolido, recupera su carácter público con un espació “vacio”, la plaza, que evoca el gran escenario que se llena de vida pública, lugar de confluencia, lugar de salida y de llegada.
Un espacio de vacío pasante, conformado con una única materia: el acero. Que en un registro de múltiples matices pasa de ser pavimento a ser umbráculo, cubierta, en continuidad con unos vibrantes costados colonizados por la hiedra y destellos de luz. Un interior de ritmos de materia y vacio, de materia y luz, que pautan el movimiento en el discurrir por él.
Abierta al rio, como una nueva puerta a la que acceder al casco antiguo de la población, la plaza se conecta con el otro costado a través de una pasarela, anclada con suavidad, se convierte en elemento de transición y al mismo tiempo en lugar de estancia, donde sentarse es suspenderse sobre ese flujo incesante que marca el tiempo.
El balcón sobre el Ter, que es el muro que fija el cauce, cierra un espacio cultural polivalente al que se accede desde la plaza por unas escaleras que descienden.
Se reconquista parte de la ciudad, se abre el vacio y se convierte en espacio público. El edificio público crea Espacio Público, y al final el espíritu del teatro permanece.